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Homenaje a mi padre |
Alevilla en la noche revolotea,
Cegada por la luz que la encandila.
Amanecida gélida y calmada,
alza el vuelo agitando las alas
de su alma impávida y risueña,
que hermosa y elegante verbenea.
Vuelan mariposas hacia el cielo
Aferradas al deseo de no querer partir.
Suspiros y sollozos lo sosiegan,
la sonrisa en su semblante centellea,
su recuerdo galantea entre ababoles,
poetizando por tierras manchegas.
Al ocaso su latir más brioso que nunca,
susurra palabras provocando algazaras.
Vuelan mariposas hacia el cielo
Aferradas al deseo de no querer partir.